LA REVOLUCIÓN DE LA FUNDICIÓN
En los años 50, en los albores de la historia de Flaminia, los sanitarios se fabricaban artesanalmente. El ceramista creaba el producto con losas de arcilla modeladas con soportes especiales y todos los pasos se realizaban manualmente.
Siguieron años de profundas transformaciones: la introducción del color (hoy un rasgo distintivo de la marca Flaminia), la ampliación del área de producción y, sobre todo, un impulso innovador que llevaría a la empresa a dotarse de las mejores soluciones del mercado para aumentar la calidad y la eficiencia y, al mismo tiempo, abrir nuevas oportunidades en el desarrollo de un producto distintivo.
Dos factores clave para el éxito: la colaboración con diseñadores de renombre y la "revolución de la fundición", con la decisión ya a principios de la década de 2000 de utilizar la tecnología de fundición a presión de SACMI. Primero las celdas AVM y ALS, después el horno de túnel de SACMI Forni, instalado ya en 2003, y el gran horno intermitente en producción desde 2015. Entre las inversiones adicionales y más recientes figura la adquisición de tres nuevas celdas multimolde AVB equipadas con robots.